La creación del monumento a Dakar en Uyuni 2014 se ha convertido en un símbolo del desierto de sal y una parada obligatoria de los turistas cada año, Además es un buen movimiento económico grande, ya que los pobladores aprovechan en vender sus recuerdos de sal con el símbolo de Dakar que son únicos en el mundo. Según viceministerio de turismo de Bolivia, en el 2016 Uyuni recibió más de 300 000 visitantes extranjeros, un 20% mas que años anteriores. Las dunas de arena peruana dejan paso a la sal boliviana en competición única en el mundo.